Quise esperar a poder escribir este post con la mente un poco más clara pero han pasado dos días y aún sigo teniendo la misma sensación que tuve al leer sobre su muerte.

Estoy enojada, desilusionada, totalmente disgustada con el mundo de la moda y todo el buzz que lo rodea, con la hipocresía que habita en él.

Hoy alguien publicó claramente lo que siento, fue el único post que vi en estos días que me pareció realmente justo para esta ocasión. Palabras que no regalaban halagos ni cumplidos porque sí.

Alguien más se atrevió a ver el panorama entero, alguien más está tan disgustado como yo en este momento.

Alexander McQueen & Isabella Blow by David LaChapelle in 1996

Frédérique Renaut es la fashion & beauty director deBenjamin Kanarek y es la autora de este post del que gustosamente he de compartir algunos extractos pero les recomiendo que lo lean entero:

God did not save McQueen!

When I worked with Alexander McQueen…

After the passing away of Alexander McQueen, it seems that everyone in the industry are now recognizing his “undisputed” talent. However, it was not always the case. In the past, he was frequently misunderstood by the press. The troubled, disturbing, dark and oppressive atmosphere of certain shows was often too overwhelming for them to fathom.

He visto y leído posts, notas y todo tipo de opiniones respecto a Alexander McQueen, la mayoría de los sitios que solían defenestrar su estética, sus creaciones, están hoy recordando lo genial que era, sus inigualables vestidos y bla,bla,bla…

Aquellos que ponían a las celebrities en las listas de Peores Vestidas cuando llevaban un modelo de McQueen hoy ofrecen galerías de imágenes con «los momentos más memorables del diseñador en la red carpet» y porquerías de ese estilo.

¿Por qué? ¿Por qué esa hipocresía?

Richard Simonin approached me one day before the show and asked,  “Frédérique, would you please suggest to Alexander that he wear a tuxedo on stage?”… Well, Lee asked me to find him a shaver. I saw him few minutes later wearing his baggy jeans, over sized shirt and his brand new haircut: a Mohawk! He looked at me wearing a hugely defiant big “FUCK HIM” smile!

Alexander McQueen and Actress Béatrice Dalle at the Givenchy RTW Fall-Winter 1998

Reconozcamoslo, hoy en día encontrar a un hombre de fuertes convicciones no es tarea fácil y mucho menos si esas mismas van en contra de un sistema establecido, muchas veces estático y autoproclamado cómo el «correcto».

McQueen era todo lo incorrecto que se podía pensar y eso, eso lo hacía diferente, aún así se puso un tuxedo para el final del desfile o recibió la condecoración de la Reina sólo por ver felices a sus padres y eso, eso lo hacía especial.

Y se notaba, se sigue notando cada vez que cualquiera ve uno de sus shows o uno de sus vestidos.

Al parecer, explorar el lado oscuro del ser humano es un pecado, exponer las miserias humanas de una manera estética, la controversia, la contradicción y el malestar parece no ser bienvenido en un mundo que prefiere vivir entre algodones y mentiras.

No es tarea fácil encontrar la belleza en lo que conocemos cómo lo horrible, creo que muy pocos hombres en la historia de la música, la escritura, el cine, la pintura o la moda, han podido hacerlo.

Probablemente si los enumerara todos tendrían mucho más en común entre ellos que con el resto de cualquier mortal, por eso habrán sido criticados, desvalorizados, ridiculizados y mucho más hasta, posiblemente, el momento de sus muertes.

El oportunismo que existe cuándo alguien deja de existir es tan desagradable cómo la hipocresía.

No quise escribir un post el jueves porque sabía que no iba a ser muy objetiva pero hoy tampoco lo estoy siendo y, seguramente, dentro de una semana, un mes o un año seguiré pensando lo mismo.

No hace falta que me llene la boca o escriba mil palabras acerca de cuánto me gustaron sus diseños desde siempre, yo lo sé y con eso me alcanza, no necesito gritarlo a los cuatro vientos.

No ahora.

Al final, es una persona la que se ha muerto, la que se ha quitado la vida, no es «el diseñador», es él… el mismo que decía que los protagonistas en el mundo de la moda tenían que ser los vestidos, las creaciones y no los creadores.

No destruyan en su nombre lo que él construyó con sus diseños.